Ha llegado un nuevo amigo a clase.
Estuvimos encantados de recibirlo entre nosotros.
Así hicimos nuestro Monstruo de la Tristeza.
Lara, nuestra capitana, fue la encargada de “liar” a nuestro amigo el Monstruo, con el hilo azul.
Después entre todos le ayudamos a ordenar la Tristeza, metiéndola en su bote,
para que no se vuelva a mezclar.
Nos llevamos nuestra “lágrima” a casa para pensar, junto con nuestra familia, en todas aquellas cosas que nos hacían sentir tristeza y que se derramasen esas lágrimas.
Este es el resultado de la actividad:
Después las pegamos en nuestro “Bote de las Lágrimas”.
Estas son las lágrimas de Elia y Valeria.
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